"No hay mayor necio,
que confundir
Valor con Precio."
Tratar de vender productos, solo por
precio es pan para hoy y hambre
para mañana.
Aunque se compran muchos productos
por su precio bajo, no siempre tienen
el valor, la calidad esperada por el
cliente que termina por cambiar de
producto y acude a marcas mas caras.
La calidad de un producto no hay que
analizarla solo por su precio, mas o
menos elevado, es necesario incluir su
valor o eficiencia y eficacia para
conseguir los objetivos deseados y esperados.
Las cosas pueden aumentar su valor no
solo por la Ley de la Oferta y Demanda,
sino por su seguridad, confianza y plena
satisfacción del cliente en los momentos
esperados.
Tanto el precio como el valor se rigen
por leyes distintas. " Ni todo lo caro es
bueno ni todo lo barato es malo."
Hay momentos que la necesidad hace que
el valor de las cosas aumente y no
por ello los precios deben elevarse; ejemplo
del dumping. (Vender por debajo del coste
para limpiar el almacén.)
Siempre se ha jugado para justificar el
precio mas elevado con el Valor Añadido.
Es ese "Algo más", que incorporamos en
los productos cuando estos están en
decadencia o en dura competencia.
Tanto el valor como el precio son dos
factores de los productos que en definitiva
los decide el cliente. "Quien paga, manda".
Y paga por lo que quiere y espera
conseguir con su valor.
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