Lo primero es querer vender a través de Internet ...¿Sencillo, verdad?
Pues no.
Si no hay un deseo vehemente, serio, sincero, fuerte para vender, es imposible seguir adelante.
Así que lo primero es " estar loco por vender".
Lo segundo tener muy claro aquello que queremos vender y a quien.
Y a partir de aquí buscar el cliente, el "target".
Una vez tenemos claro nuestro público objetivo, buscarlo. ¿Donde y por donde llegar a el ?
A continuación buscar el mejor camino, en qué redes encontrarle, a que horas y cuando.
Estudiar bien antes de presentarnos que contenidos pueden ser vendibles, interesantes, útiles y necesarios que solucionen algún problema al cliente.
( No está de más ver lo que hace la competencia para mejorarlo en algo...)
El momento de presentar la oferta es decisivo en caso contrario son salvas al cielo.
O sea, tener preparado un buen blog de ayuda al que remitir al cliente. Opciones de compra directa fáciles, sencillas y cómodas.
Adaptar los contenidos a medida que cambien las necesidades del cliente , aquí la rapidez juega un papel importante ya que una necesidad de ahora, mañana puede dejar de serlo.
Procurar implicar al cliente haciéndole partícipe en la preparación del producto a su medida.
Y una vez ha comprado, seguir y ver si lo usa satisfactoriamente o precisa ayuda. Ponernos a
su disposición para servirle.
Y como colofón...pedirle si desearía que alguien de su entorno gozara también del beneficio del producto.
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