El hábito no hace al monje, pero ayuda a hacerlo.
Según nos vestimos, así nos sentimos.
Somos reflejo de nuestro estado de ánimo y lo bueno de esta noticia es que lo podemos manejar.
Podemos alterar nuestro estado de ánimo pensando y visualizando lo que nos de la gana en cualquier situación de la vida. Solo nos falta entrenamiento, como para todo.
Si carecemos de atracción, si somos negativos, poco vamos a vender o mejor a convencer a nadie de nada ya que nuestra imagen y nuestras "radiaciones son negativas".
Una sonrisa amplia anima, un mal gesto desanima.
Una risa sincera, relaja y da confianza.
Un rostro relajado, sereno, tranquilo y abierto es de fiar siempre.
¿Hoy de qué vás?
Te has mirado al espejo pocas veces durante el día y eso no es bueno ya que es el único que de verdad te dice lo que ven de tí los otros.
El espejo no es vanidad es realidad de lo que representas y ya sabes que la gente vé más lo que representas que lo que quieres decir con palabras mas o menos huecas.
Una buena imagen empieza por tus pensamientos, luego tus gestos y palabras y finalmente tu rostro.
¿Hoy de qué vás?
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