Siempre se ha dicho que es mejor prevenir que curar.
Prevenir, según la etimología de la palabra es venir-pre,
o sea venir antes, adivinar el porvenir o ver lo que
puede pasar.
Es vital para cualquier persona y cualquier empresa,
como cualquier actividad humana.
Pequeños riesgos incontrolados suelen hundir grandes
empresas. Es el caso de muchos Bancos y empresas
que achacan su muerte a la crisis y no se dan cuenta
que el error está en ellos mismos al no valorar con
certeza y precisión los riesgos.
Ahora tenemos el famoso tren AVE de la Meca donde
un montón de pequeños detalles no tenidos en cuenta
al hacer el presupuesto, han disparado su coste con
grandes pérdidas para las empresas constructoras.
No se trata solo de tener el famoso "Márgen de
Maniobra", que suelen hacer con los Presupuestos,
se trata de ver todos y cada uno de los pequeños
detalles que pueden desencadenar el fracaso, como
sucedió en la NASA con un APOLO, que por culpa
de un pequeño desajuste en la cápsula, fracasó
con pérdida de vidas humanas.
A nivel empresarial son tantos los baremos que hay
que tener en cuenta y la rapidez de los mismos
que nos vemos dependientes del Big Data, la Analítica
e incluso de la Inteligencia Artificial para no dejar
cabos sueltos y aún así, hay que repasar todo, como
en los barcos y aviones antes de zarpar que tienen
la obligación de hacer el Checklist y aún así,
siempre están en peligro de algún imprevisto.
En esto como en todo los detalles marcan la diferencia.
Por mas prisa que tengas, analiza bien donde vas a
poner los pies, no vayas al precipicio como suele
pasar con las manadas de animales. Las ovejas siguen ciegas a la primera oveja y si esta cae en un precipicio
todo el rebaño cae.
El que todos hagan lo mismo no quiere decir que sea
lo mejor, mas seguro ni lo correcto; párate y analiza.
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