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domingo, 3 de noviembre de 2013

VALE LO QUE VALE

"El valor de las cosas puede  ser
 muy subjetivo, momentáneo y
 caprichoso."

El cliente no compra siempre por
necesidad, a veces, muchas veces
por envidia, por no ser menos que
otros, por llamar la atención, por
ser diferente, para sentirse envidiado,
admirado o simplemente por comprar.

La decisión de compra es muy compleja
aunque parezca simple. Pueden haber
muchas razones ocultas en esa decisión
y esto favorece al vendedor que lo único
que tiene que hacer es ofrecer el producto
de la forma mas apetecible y dejar que 
el cliente le ponga "apellidos" a ese
producto.

Imagínate una simple partida de ajedrez,
si el vendedor adivina en las primeras
jugadas las claves del juego....la partida
está ganada; mientras que si se demora
mucho y no logra adivinar el fin de cada
movimiento, pierde.   Así podemos decir
que es la venta:           
 "Observar todos los movimientos  y gestos
del cliente para descubrir su secreto , su
motivo por el cual puede desear el producto
que le ofrecemos."

El valor de las cosas es siempre subjetivo,
es el cliente quien lo tiene que pagar y es
el quien tiene que darle el valor, aunque
siempre todas las cosas tienen un valor 
en si mismas....las puede infravalorar o
supravalorar según su necesidad en ese
momento. (Un salvavidas en un naufragio
tiene el precio de una vida.)  

De aquí la oportunidad del vendedor de
anticiparse a ese momento de necesidad,
que es simplemente el estar en sitio adecuado
y en el momento preciso.


LIBRO RECOMENDADO

"¿CUÁNTO  VALE  TU  PESCADO?"
Autor: Alejandro Ambrad
Editorial: Social Business      Año 2013
Precio: 13´50 Euros.       www.herso.com

Solo triunfan los diferentes, no los mejores.
Todo es difícil, antes de ser sencillo.
Las cosas valen lo que el cliente está dispuesto
a pagar por ellas.

"Cuida tus pensamientos que se convertirán
en palabras, tus palabras en acciones y las
acciones en hábitos y los hábitos en tu destino."
Gandhi

Siempre queremos lo que no tenemos y otros
tienen.

"La envidia es una declaración de inferioridad"
Napoleón

No esperes a que llegue la suerte. Búscala que
quien busca encuentra.

Pierde el miedo al miedo y piensa que nunca es
tarde.

Los únicos que hacen el ridículo son los que
 nunca hacen nada.




  

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