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lunes, 24 de marzo de 2014

2 x 1

"Tenemos dos orejas y una boca"
En casi todas las religiones antiguas
se decía que era para: "Escuchar dos
veces y hablar una".

Lo cierto es que todos prefieren
hablar a escuchar.

El motivo es darnos a conocer, ser
importantes, que nos vean, que nos
consideren, que nos aprecien y
que nos envidien.....todo para ser
nosotros mismos y sentirnos seres
diferentes.

Hablamos sin pensar en el que nos
escucha y la mayoría de las veces
la interpretación de lo que decimos
es totalmente diferente a lo que queremos
expresar, bien por falta de exactitud 
en los términos o falta de concentración
en el receptor del mensaje, con resultados
opuestos a lo esperado.

Oye mas y habla menos.

Pero no basta con oír, hay que saber
interpretar lo que se dice.
Palabras, gestos y actitudes van siempre
unidas para clarificar el mensaje.

Antes de hablar piensa quién te va a
escuchar y como lo va a entender.
Muchas veces hay que pensar mas
que actuar para no estropear el mensaje
que queremos que llegue a la otra 
persona. El silencio ha de ser activo,
reflexivo, indagador y a su vez preparar
la pregunta clave que nos demuestre
que el mensaje que hemos emitido ha
llegado tal cual a la persona adecuada.
Hasta que no tengamos la respuesta,
nunca sabremos si lo dicho es un hecho
en la mente del oyente o simplemente
es una distorsión.

"Piensa y oye dos veces y habla solo una"

Una equivocación al principio de un
concierto, ya lo ha estropeado todo.
Evita el primer error que es imperdonable,
mientras que el segundo puede pasar
desapercibido.

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