Los silencios aterran, el barullo atrae, el tumulto
llama a la curiosidad, la aventura, el riesgo, lo
malo y lo negativo, como lo prohibido, incita a
la curiosidad.
El deporte y la salud las buscamos,
las ideas las parimos sin control,
Y cuando erramos, pocas veces nos disculpamos.
Y todo lo justificamos. Y si algo recordamos es
lo que nos interesa para bien o para mal no
buscamos la certeza.
Somos toda una explosión con mil vicios y rarezas.
Y vivimos nuestra vida como payasos de circo que
igual hacemos reír que lloramos a escondidas, para
que nadie nos vea y juzgue mal nuestra vida.
Las vueltas que da la vida nos tiene muy mareados , unas veces nos acierta y otras nos da
de lado. Y si alguien se enfada, para el ha
terminado, pues nadie mira el enfado aunque
venga disfrazado.
Si quieres vivir feliz y estar siempre contento,
nunca juzgues ni analices y trata de comprender
no solo qué se dice sino lo que quiere ser en
la mente de quien lo dice.
El miedo te paraliza, te nubla el pensamiento y
a medida que crece nos deja mas quietos.
Por eso hay que estar serenos y al ver venir
la avalancha juzgarla con mente fría y ver por
donde hay cancha y actuar con rapidez sin dudar
ni un momento y no esperar que pase el mal
que es el peor aposento que podemos tomar.
Juicio tranquilo y sereno,
Vista larga en la mirada,
paso corto y constante
y no alterarse por nada.
Venga el viendo por Levante
o el vendaval por Granada.
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