Quien mas entusiasmo pone en sus discursos, siempre
gana. La historia está llena de grandes oradores que
mas que mensajes, venden entusiasmo, vida, emoción.
Lo acabamos de ver en Francia con el señor Macron,
escasamente un año de su aparición como partido
nuevo y vence a los clásicos y viejos partidos de toda
la vida. Para comprender su éxito no hay mas que
ver y oír sus discursos, ENTUSIASMA .
No valen los mensajes, vale solo un poco de coherencia
y sobretodo, la forma de decir las cosas; la emoción
arrastra a las gentes. Otro que arrasó en EEUU, Trump.
Y así, vemos que todo político que emociona, gana.
No vale lo que dices, sino la forma de como lo dices.
Lo mismo pasa con los vendedores: "Quien pone mas
emoción, se lleva los éxitos."
Y es que nos movemos por emociones, pocas veces
por razones, lógica o sentido común.
¡ Emoción es éxito en todo !
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