"Ganarás el pan con el sudor de tu frente".
La maldición de Dios al hombre por el primer pecado.
Si el trabajo es un castigo, hagamos que sea lo mejor posible y ya que no podemos vivir sin trabajar, por lo menos que seamos felices y vean nuestros clientes que amamos nuestro trabajo,los productos que representamos, las ideas que transmitimos, los servicios que ofrecemos y que todo sea para ser felices y compartir nuestra felicidad a través de los productos que ofrecemos.
¿Cómo?
Con nuestra propia experiencia y nuestra competencia, resilencia, prudencia y flexibilidad.
Y sobretodo buena capacidad de comunicación.
Nuestro alimento diario son nuestras ideas y si cuidamos de que sean sanas, positivas y altruistas, crecerá nuestro éxito personal.
Somos lo que pensamos, aunque no lo queramos.
Y transmitimos sin darnos cuenta, nuestra personalidad.
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