PRIMERA IMPRESIÓN

Nunca hay una primera, segunda impresión. 
La primera impresión siempre es la que mas cala, la que se queda como modelo, imagen fija.

Si la primera impresión es positiva, favorable, la segunda lo será,
pero como la primera impresión no sea buena, lo lógico es que tampoco lo sea la segunda. Así pues, debemos cuidar mucho esa primera impresión que va a ser la que nos defina.

Cuando nos presentan a alguien que no conocemos, en los primeros 3 segundos ya lo tenemos catalogado. Es como una foto que hace nuestro cerebro sobre esa persona o cosa que nos presentan y a su vez esa primera impresión la hacemos nosotros mismos muchas veces sin darnos cuenta de la importancia. Y el resto del tiempo que permanecemos con esa persona tratamos de justificar esa primera impresión a nosotros mismos.
Si nos cae bien o mal, lo trataremos de justificar.
Y a su vez lo mismo hacen los demás con nosotros; Si les caemos bien o mal, tratarán de justificarlo con el tiempo ya que nadie
piensa en estar equivocado con lo primero que ve, oye o siente.

Es por eso que existe el protocolo, la imagen, los movimientos, la voz, los gestos, los colores, el entorno....todo lo que entra por los sentidos es importante para crear esa primera impresión.

Y de aquí que se cuide tanto la imagen en todo, no solo en nosotros sino en los productos y en las presentaciones.
Hay que impresionar bien los cinco sentidos para crear una buena primera impresión. Por lo tanto antes de dar esa primera impresión nos tenemos que ver a nosotros mismos si estamos aptos para hacerlo favorable o pedir opinión a otra persona.

El espejo no siempre es suficiente, hay olores, gestos, colores , tonos de voz monótonos o demasiado fuertes que no son aptos para impresionar bien, así como el lugar y momento mas oportunos y la luz adecuada....ponernos a contraluz molesta a la persona que nos ve. 
Y como hay que cuidar muchos detalles, nunca se debe improvisar esa primera impresión pensando en ser naturales.