Imparable, el 5G ya está aquí, la supervelocidad
en las telecos que nos llenarán las azoteas de
antenas nuevas, eso sí, mas pequeñas.
Nuevas frecuencias mas rápidas para transmitir
y recibir millones de datos a la vez y se
supone que no serán nocivas para la salud.
(Cuando Marconi puso en marcha las primeras
ondas de radio, miles de palomas mensajeras
perdieron su orientación:-)......que no nos pase
igual con estas nuevas frecuencias tan rápidas.
Se esperan grandes ventajas en todo, medicina,
industria, transporte, vivienda, deporte, ocio,
conocimientos, y salud. Pero entramos en un
campo desconocido que después del 4G, la
enorme velocidad que pasa de 200 megabites
a 10 gigabaits por segundo. Esta revolución
nos puede traer problemas insospechados ya
que estas nuevas frecuencias aún son descono-
cidas en sus efectos colaterales a largo o
corto plazo. Pero el progreso es imparable,
como cuando se empezó a usar la energía
nuclear y nos cuesta muchos muertos que
hay que enterrar y seguir avanzando.
Por desgracia hay que estar ahí, conocer
estos avances o nos quedamos fuera.
Hay que jugar con todas las cartas sin
saber bien las reglas del juego......vamos
que es una lotería en la que pensamos
ganar mucho y arriesgar poco, cosa muy
difícil.
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