Es el primer oficio que hacían los
aspirantes a marineros en los barcos.
Limpiar la cubierta, valdear.
Empezar por lo primero para que todo
funcione y vaya bien en el barco.
Limpieza, orden y control.
Las empresas, incluso nosotros mismos,
somos como barcos en la singladura
de la vida y como tal debemos cuidar
cualquier brecha , por pequeña que sea
por la que pueda entrar agua y zozobrar.
Y como tales debemos revisar y limpiar.
Revisar si todo está bien, el mantenimiento,
las auditorías y los controles han de ser
continuos, programados, periódicos y hechos
por expertos responsables.
Ver si seguimos el mejor rumbo, corregir,
eliminar y tirar por la borda el lastre
que no sirve y nos hace ir mas lentos,
aunque en su tiempo fuera muy útil.
(Es como el papel higiénico que es necesario
pero una vez usado nadie lo guarda)
Aprovechar el Balance de Fin de Año,
para esa limpieza, auditoria y ver el
rumbo mas acertado para llegar a nuestro
puerto de destino.
Recuerda, cualquier poro pequeño o agujero
puede llegar a inundar todo el barco.
Y en las empresas pueden haber muchos
pequeños poros que pasan desapercibidos
que con el tiempo llegan a destruir todo
el trabajo de muchos y de muchos años.
Vemos a diario como Grandes Empresas
con muchos años de éxitos, caen por
pequeños fallos no subsanados a tiempo.
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