Crea siempre un misterio.
Tu mensaje ha de ir precedido por un misterio.
Algo que cree expectación, curiosidad, interés para
que sea bien recibido.
Si no preparas el terreno, la semilla no germina
y el terreno es la mente de quien oye tu
mensaje.
Las verdades crudas y desnudas pasan desapercibida. Tienes que prepararlas, adornarlas y servirlas con
la debida curiosidad e interés.
Los mensajes esperados son mejor recibidos que
los que se presentan de inmediato y sin avisar.
Las sorpresas esperadas calan mas hondo que las
imprevistas ya que a unas se las espera con curiosidad y la otra viene de improviso y a
lo sumo impacta, pero motiva menos.
El arte de crear suspense se aprende a base
de practicar y no de improvisar, la improvisación
viene luego, cuando ya se domina el campo.
Si aprendes a crear misterio en tus mensajes.
dominas la menta del oyente y convences.
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