Un pesimista es un optimista bien
informado.
Cuando reina la mentira, las desgracias,
el egoísmo la barbarie y la maldad,
todos nos volvemos pesimistas menos
los tontos.
Y cuando hay pesimismo no hay alegría
y compramos menos, solo lo necesario.
Si pierde nuestro equipo, si nos engañan
las intituciones, si falla la unidad familiar,
si las desgracias invaden las noticias....
no compramos,
Sin alegría no hay estímulo para comprar.
En cambio con buenas noticias la venta
viene sola.
Buscar el momento más oportuno para
vender nos ahorra un gasto y un
esfuerzo inútiles. Es como sembrar en
época propicia y en tierra fértil.
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