En toda guerra hay siempre el peligro de caer abatido
por las balas del propio ejército el cual defendemos y
no por balas enemigas. O sea caer en nuestra propia
trampa es frecuente si no dominamos los dos ejes de
nuestros sentimientos: Orgullo y Vanidad.
El orgullo y la vanidad, son una fuerza que bien empleada
nos ayudan para conseguir luchar hacia nuestro objetivo,
pero también, si son incontroladas nos ciegan y caemos.
"In medio virtus", el equilibrio es la justicia, la certeza
la seguridad están en buscar el medio de las cosas.
"Si vis pacem, para bellum",si quieres la paz, prepárate
para la guerra, que no quiere decir que armes una y
gorda. Se trata de buscar en todo el equilibrio de
fuerzas para que la balanza no se incline hacia ningún
bando. "Los grandes muros, hacen buenos vecinos."
Refrán inglés que hace honor al Brexit.
Por orgullo y vanidad se han perdido muchas batallas
y en la vida muchos negocios, buenos amigos e incluso
trabajos. Lo cual no quiere decir que hay que ser tan
humildes que nos dejemos pisotear como una alfombre.
Hay que demostrar el valor de nuestros argumentos,
respetando los ajenos y dando a entender que les
comprendemos, aunque no compartimos; pero la
palabra mágica es COMPRENDER, es el saber por
qué piensa a sí la otra persona. Solo si llegamos al
verdadero motivo podemos influir sobre el cerebro.
Y la única forma es escuchar mucho y preguntar mas.
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