Si algo es urgente y al mismo tiempo importante,
no hay duda, tiene prioridad en todo.
El problema radica cuando no sabemos si de verdad
es urgente y qué grado de importancia tiene el asunto en que sin.
No es fácil siempre una valoración justa, sobretodo
cuando tanto el grado de urgencia como la importancia, cambian con el tiempo y dejando
pasar unos minutos, dejan de ser urgentes o importantes....la cuestión no siempre es sencilla
ya que hay muchas variantes, condicionantes y
sobretodo sujetividad en todo.
Hay momentos en los que la urgencia puede ser vital para un negocio, mientras que otros es fatal.
De aquí la GRAN importancia de los ANÁLISIS,
ya sean por técnicos de Big Data o de aplicaciones,
software, Inteligencia Artificial o....Hackers.
De la importancia de la decisión depende la inversión
en técnicos o consejeros.
El mayor peligro somos nosotros mismos que creemos que como otras veces nos ha ido bien
ahora también y no vemos los cambios que suceden constantemente, tanto externos como internos.
Las buenas decisiones se toman en vase a valoraciones siempre objetivas y rara vez somos objetivos.
Para juzgar una actitud de un cliente debemos usar el mismo criterio....averiguar los verdaderos motivos que no suelen ser ni lo que se dice ni lo que aparenta.
Debemos tener como la mosca, mil ojos,para ver las cosas desde muchos sitios distintos y tener en cuenta tanto el historial , el futuro y la reacción del presente.
Juzgar es fácil y equivocarse más.
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