Cada vez el cliente exige mas, está mas informado y tiene mas opciones para comprar lo que lleva a las empresas a trabajar con márgenes de céntimos mas que de euros.
Caminamos hacia la economía colaborativa, hacia el cambio, hacia el trueque antiguo, hacia el viejo "Do ut des".
Cambiar servicios por productos o viceversa.
Jugar con márgenes extremos.
"Ni tanto ni tan calvo que se le vean los sesos."
Si no hay beneficio, no hay dinero para invertir en investigación pero sí hay cambio de producto o servicio y es el camino que llevamos. Ahorrar céntimos para subsistir y olvidarnos de los grandes beneficios, los "pelotazos".
Se impone el pequeño ahorro y eso forma ya parte de la compra diaria del consumidor.
Ver el futuro bajo el prisma del céntimo diario y no bajo la gran inversión dudosa e incierta del mañana.
El consumo es necesario para que funcione la sociedad pero con criterio, mesura y aprovechamiento de todo lo que se adquiere sin derroche.
El comprador quiere ahorrar.
El vendedor quiere ser partícipe de ese ahorro y le ofrece ventajas al comprador conociendo sus gustos, necesidades o posibles deseos y anticipándose a ellos gracias a los datos que maneja. (Big Data, Analitica, Inteligencia Artificial.)
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