En las artes marciales se enseña que aprovechando la fuerza y el esfuerzo enemigo se le puede vencer.
En la vida comercial, si lo sabemos hacer, también.
Solo tienes que estudiar los puntos fuertes y débiles de tu opositor, sea cliente o pretendas convencer para serlo.
Busca los móviles, los gustos, los motivos, las ideas, las compañías, hobbies, e incluso la historia del interlocutor y así cuanto mas le conozcas mas fácil te será hablarle no solo de las cosas que le interesan, si no con su mismo lenguaje y palabras.
Haz la presentación de tus argumentos en el lugar mas apropiado, relajado, sin interferencia, usa un tono de voz apropiado y bien modulado. Procura que la otra persona no solo se encuentre cómoda, que se sienta importante y valorada para lo cual nuestra atención ha de ser sincera y plena.
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