"Cuando Moisés bajó del monte Sinaí con
los 10 Mandamientos, encontró a su pueblo
adorando un becerro de oro.
Indignado preguntó a su hermano Aharón
porqué adoraban un becerro de oro a lo
que contestó Aharón que porque el pueblo
necesitaba adorar a un dios y como no
tenían ninguno y estaban muchos días
esperando que bajara del monte Sinaí,
decidieron dar todo sus oro y fundirlo
e hicieron un becerro de oro al que
adorar como su dios."
Hasta aquí la Bíblia.- Ahora seguimos
igual que hace tres mil años, buscando
nuestro becerro de oro. Alguna cosa que
pueda ser nuestro dios, nuestro motivo
de vida , de lucha y nuestro protector.
Buscamos nuestro dios en Nuestro Equipo,
Nuestro Hobby, nuestro centro de salvación
en medio de tanta mentira , desilusión e incertidumbre. Y el deseo de poseer nos
correo como alivio a esta necesidad que
tratan de satisfacer todas las religiones.
El consumismo, las rebajas, oportunidades,
chollos y ocasiones de comprar, aunque
sea por comprar, ya que en el acto
de comprar eliminamos serotonina, que
nos da placer, y cuanto más compramos,
mas felicidad sentimos, aunque sea solo
en ese momento.
Todos tenemos un becerro de oro, o
varios, Motivos por los qué luchar, vivir,
y sentirnos útiles, protegidos, admirados,
seguros, envidiados por los demás.
Si descubrimos el becerro de oro de una
persona, esa persona comerá de nuestra
mano, porque podremos motivarla en lo
que mas le gusta.
Aunque también podemos ofrecerle nosotros
nuestro becerro de oro como panacea de
todas sus necesidades de serotonina, placer.
Busca el becerro de oro y encontrarás la
llave de la venta.
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