Hay gente para todo

Hay muchas formas de comprar.  En  EE.UU, se juntaron 10 familias de color y decidieron comprar un gran Cadillac blanco.  Lo pusieron a nombre de las 10 familias, echarán suertes y una semana cada familia disponía de el, eso sí,  cuidándose mucho y entregándole perfecto y con el depósito de combustible lleno, esa era la única condición por lo demás lo podían usar para cualquier cosa,  incluso alquilarlo y sacar dinero esa semana.

Otra persona, un modesto empleado con hijos, mujer y gastos de casa, con un sueldo de 1.000 euros al mes se compra un coche muy caro y se compromete a pagar mensualmente 350 euros de los que ganaba, y así durante más de 5 años. Era un capricho, pero lo consiguió.

Otro fué vestido de pobre a comprar un Mercedes y le atendieron mal, se fué a la BMW y en dinero efectivo compró el más caro.
Estos son hechos reales que nos indican que cuando alguien quiere comprar, tenga mucho o poco dinero, COMPRA aquello que quiere.

Los chinos que salen de su país, salen para hacerse ricos,  pasando mil calamidades pero la mayoría cuando son mayores vuelven a sus pueblos donde nacieron y se compran una mansión para demostrar que han triunfado en la vida.
Los judios nacen para hacerse ricos, según la TORÁ,  su libro sagrado y les dice como tienen que invertir para llegar a ser ricos y de hecho la mayoría lo consiguen. ...y sobretodo en conocimientos.
Los cristianos, por culpa del pecado original de Adán y Eva, están castigados a ganar el pan con sudor,  o sea el trabajo es un castigo de Dios y por eso la mayoría no se esfuerzan en su trabajo, aunque tengan ambiciones; No así los japoneses que según su religión el trabajo es un honor y no trabajar una deshonra.  Como vemos, el trabajo, las necesidades y los mercados cambian según las mentalidades de los pueblos y a su vez el márketing ha de aplicarse según esas necedidades, o mejor, mentalidades.
Se trata como el viejo refrán...cada pez, como su comida.