Las peores gafas de ver son nuestro YO.
Todo lo vemos a través de nuestro propio
YO.
Y las cosas no suelen ser como nosotros
las vemos con lo cual nos equivocamos
muchas veces y lo peor es que no nos
damos cuenta o si nos damos cuenta
tratamos de justificarnos que es peor.
Sólo cuando nos aceptamos realmente
como somos, con nuestras limitaciones y
nuestras grandes fortalezas dormidas, es
cuando de verdad empezamos a despertar
y vivimos la realidad sin fantasías.
Para crecer hay que echar buenas raíces,
que nunca se ven , pero soportan, como
los cimientos, nuestro éxito en la vida.
Hay que quitar el filtro del YO para
ver la realidad. En una palabra, si quieres
pescar, piensa como un pez y pon el cebo
que comen los peces, nunca el que a ti
más te gusta.
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