El Conformismo, es sentir mas de lo mismo.
Cumplir con lo reglamentario, lo que manda
el protocolo y hacer solo y exclusivamente
aquello que se nos exige es una fórmula que
en principio impide el estrés pero llega un
momento que.....aburre, no hay estímulo ni
nos deja tener iniciativa por lo que baja la
productividad y como efecto rebote puede
llegar incluso a generar estrés.
Para hacer las cosas bien tenemos que saber
qué hacemos, para qué las hacemos y tener
libertad de mejorarlas y además con un reto.
Sentirnos no solo implicados en las tareas,
sino padres creadores y responsables de su
éxito final, el cual debemos celebrar como
partícipes de el.
Para ello hay que tener libertad y mentalidad
para asumir responsabilidades, no tirar balones
fuera.
Valorar nuestro tiempo.
Estar inquietos en el puesto de trabajo y no
acomodarnos.
Evitar todo pensamiento negativo.
Dar lo mejor de uno mismo y buscar la excelencia. Aunque no se consiga siempre.
Celebrar los éxitos y compartirlos.
Huir de la rutina.
Evitar hablar siempre de los mismos
compañeros de trabajo.
Cambiar el , no me apetece, por el
Sí quiero y voy a hacerlo.
La relación que tenemos en nuestro trabajo
nos condiciona nuestra propia vida, incluso
la privada.
Si estamos llenos de estímulos y novedades,
nuestra trabajo será mas productivo y a su
vez la vida la tendremos mas feliz.
Una de las formas es visualizar los resultados,
y , repito, celebrar los éxitos de cada día.
EXPANSIÓN, 23 septiembre 2015
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