Todo empieza por un deseo.
El deseo es el motor del mundo.
Querer, desear es hacer y hacer es mover, es comprar, es vivir
es amar y caminar en una dirección con todo nuestro cuerpo.
El deseo mueve el mundo.
La guerra, la paz, las miserias vienen solas no se desean pero
siempre hay una consecuencia para que aparezcan y hay algo
o alguien detrás de ellas que ha querido que así sea.
Sin deseo solo hay una cosa, muerte, inercia, porque incluso
la paz y la tranquilidad para que existan han de estar en la
mente y desearse, querer y dejarse querer, pero siempre
deseando.
En márketing se sabe que esta es la llave, llegar al deseo del
cliente, del consumidor. Y para ello es absolutamente necesario conocer bien a ese consumidor y de qué forma ve el mundo
para conseguir su deseo.
Después de ver las 7 Inteligencias, sobre las cuales andamos
en cada momento de nuestras vidas hay una clara acción para
el deseo según la forma y modo de ver el mundo de cada cual.
Visuales, auditivos, cinéticos o de movimiento,sensitivos,
incluso olfativos son las puertas por donde percibimos el
mundo y conocer qué puerta está mas abierta es dar la
posibilidad de entrar y despertar el deseo de comprar.
Así se consigue dar a cada persona aquello que mas le
atrae y mover su deseo hacia ello.
O sea que vender es descubrir de qué forma ve el mundo
la persona o las personas y darles productos o servicios
con esa forma, tanto en el lenguaje como en todos los
sentidos que tenga mas abiertos.
El éxito de los políticos radica en decir a la gente
aquello que la gente quiere oír.
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