Si sabes mucho pero no sabes venderlo
es como si no supieras nada.
Los conocimientos, el saber es necesario pero
más es saber vender esa sabiduría ya sea
propia o ajena.
Aprender siempre y demostrar lo que se ha
aprendido, no dejarlo escondido.
La mejor inversión es en conocimientos pero
estos si no se saben vender, no sirven para
nada.
Las empresas buscan gente con actitudes más
que con aptitudes, con capacidad de aprender
y saber vender lo aprendido.
Y los clientes quieren soluciones muy especiales
para cada uno y con vivencias, emociones y
experiencias personales, eso es lo que quiere
hoy cualquier cliente.
Para poder vender los conocimientos y llegar
a despertar emociones hay que seguir el
siguiente protocolo.
Primero. Analizar.
Segundo. Valorar.
Tercero. Planear.
Cuarto. Concretar.
Quinto. Revisar.
El punto más importante es la Valoración.
La importancia que debemos dar a cada cosa.
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