"El mejor cálculo es la falta de cálculo."
Pablo Picaso
La diferencia entre un buen vendedor y
un mal vendedor es que el primero no da
por perdida ninguna partida. El no, no
le vale, sigue y es constante, el martillito.
Golpea y golpea sin parar hasta conseguir
su objetivo.
Su ejemplo el agua y la roca. Por mas dura
que sea una roca una gota de agua, constante
sin dejar de golpear en el mismo lugar, llega
a perforarla.
La fábula del viento y el sol.
Se disputaban el viento y el sol quien de los dos
era mas fuerte y conseguía arrebatar la capa al
pastor. El viento soplaba y soplaba y cuanto
mas lo hacía, mas se pegaba la capa al cuerpo.
Luego el sol con suavidad, empezó a calentar,
lentamente, sin prisas y llegó un momento que
el pastor se quitó la capa por el calor.
Estos viejos cuentos no son mas que una
realidad de lo que pasa con las personas.
El buen vendedor es constante, insiste con
paciencia y poco a poco consigue su objetivo.
No des por perdida ninguna partida,
búscale la vuelta mil veces, si vale la pena.
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