La indiferencia paraliza, frena toda decisión.
Y la única manera de vencerla es la
motivación eficaz, sincera , espontánea y
oportuna.
¿Como motivamos?
Con los sentidos.
Los sentidos son la única llave de la motivación,
y no solo los 5 sentidos, también la fantasía, la
imaginación, los recuerdos.
De todos los sentidos la vista es el principal,
lo que vemos, creemos.
Trabajar bien el sentido de la vista con imágenes
que impactan, que mueven a creer y por supuesto
a tomar decisiones. Movimientos, colores, unidos a
sonidos que nos abren la fantasía, la imaginación.
Hablar en tono apropiado para cada frase, cada
momento y cada ambiente. Usar las pausas como
quien pinta un cuadro y de vez en cuando,
limpia el pincel para cambiar de color.
Mirar a los ojos a las personas, sonreír a
tiempo y sobretodo, despertar la fantasía creando
imágenes virtuales , ya sean de posesión de
lo queremos vender o de su falta de posesión.
Pero siempre estando nosotros mismos muy
convencidos del mensaje que transmitimos.
La sinceridad ha de salir por nuestros poros
como la adrenalina le sale al torero y el toro
la percibe.
Si carecemos de plena confianza en nosotros
mismos, el mensaje difícilmente será creíble.
Así, pues, la mejor forma de romper la
indiferencia es transmitir nuestra total, sincera
y profunda credibilidad en nosotros mismos.
"Si no crees en ti, no esperes que lo hagan
los demás. "
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