Hay que motivar más para pensar menos.
Y es que compramos por impulso por
el sentimiento más que la razón, y el
pensamiento.
Y aquí está la venta, motivar, motivar y
procurar que se piense poco.
Pasó en el siglo XVII, cuando la iglesia
prohibió tomar café, ya que el café hacía
pensar y eso no era bueno.
Lo mismo pasó con el islam, la gente iba
a los cafés a charlar y no acudían a las
mezquitas.
Y es que un pueblo que piensa es sabio
y la sabiduría era entonces patrimonio
de la religión. Al pobre Galileo le costó
caro su "E PUR SÍ MUOVE".
El lema de Sócrates :"Solo se que no se
nada", es el principio de la sabiduría.
Hoy la sabiduría se comparte de tal forma
que todos tenemos la facilidad de saber lo
que compramos, lo que consumimos y no solo
el origen sino también sus consecuencias a
corto o largo plazo.
Se trata de informar bien para motivar y es
aquí que la razón y el sentimiento han
de ir a la par.
Dar información la justa para motivar.
El exceso, marea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario y procura no ser ofensivo conmigo, solo intento aportar mi granito de arena, estoy abierto a diferentes opiniones y sugerencias, muchas gracias.