Salvando las diferencias todos somos
iguales.
Aunque las mismas cosas, los mismos
hechos cada cual los ve, los siente y
los analiza de forma diferente.
Unificar criterios es el gran éxito de
los clubes de fútbol, las asociaciones,
los grupos sociales.
Se trata de igualar criterios, dentro de
la diversidad y vender esa igualdad a
través de recuerdos, camisetas, ropa,
gorras, paraguas, recuerdos del equipo
o grupo que son motivo de ilusión
al demostrar nuestra integración.
Son algo así como el uniforme que
nos identifica.
Esto no es más que el genoma humano
que aflora después de tantos siglos de
buscar cobijo de protección en el grupo.
El grupo representa la seguridad al darnos
sentimiento de pertenencia a una sociedad
mayor .
Cuando se pertenece al grupo, se vive el
ideal del grupo de tal forma que sus
intereses privan muchas veces sobre los
particulares de los miembros del mismo.
Con orgullo mostramos nuestra pertenencia
y a su vez diferenciación de otros grupos.
El instinto gregario es innato a nuestra
especie humana, es un instinto de protección,
supervivencia y seguridad que mostramos con
formas de vestir, de hablar, de actuar e incluso , con nuestro grito de guerra.
Aquí hay grandes negocios de ventas de
miles de objetos y servicios que arrastran
al Club.
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