Es necesaria la ilusión para todo pero en su justa
medida, como todas las cosas buenas.
El exceso de ilusión nos puede llevar a ignorar los
peligros y perder todo nuestro esfuerzo.
Ilusión, sí. Pero con objetividad y pasión controlada.
Entramos de lleno en la Casa de Cristal: Internet con
todas sus redes sociales por lo que estamos siempre
con "El culo al aire", estamos al descubierto ya que
todo se ve, se almacena, se compara y nos damos
a conocer mejor que nos conocemos nosotros mismos.
En Chile hicieron la prueba de hacer una casa de
cristal, totalmente transparente y fue una publicidad
que atrajo a miles de curiosos. Y es que la transparencia crea morbo y no tenemos mas que
ver las televisiones de mayor audiencia cuales son.
La ilusión de vernos en la red y de tener miles de
seguidores nos anima a poner todos los detalles de
nuestra vida al descubierto y así nos llegan a conocer
otros mejor que nosotros mismos.
Pronto nos dirán a través del móvil la solución de
cualquier deseo que manifestemos, sin pedirlo.
El conocimiento es poder y este hoy está en Google,
Alphabet, Android , que disponen de todos nuestros
datos y los pueden comercializar como propios.
Cada día estamos mas enganchados en las redes
sociales y cada vez nos desnudamos mas ante
todo el mundo que nos ve a través de esas paredes
de cristal: Todos ven lo que hacemos, lo que pensamos,
lo que nos gusta, nuestras ideas mas íntimas incluso
nuestros planes de futuros. Y con ello nos van a
programar a cada uno según sus gustos y necesidades.
Pero también nos van a adoctrinar, clonar y hacer unos
servidores obedientes del "Gran Hermano".
Así pues entusiasmo , el justo y medido.
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