No hay decisión sin emoción más o menos manifiesta.
La Neurociencia nos enseña cómo toma nuestro cerebro las decisiones que parten de la emoción más o menos camuflada.
Las buenas decisiones son las que están tomadas en frío, sin emociones calientes que distorsionen su realidad. Y es por eso que debemos esperar antes de tomar una decisión a que la nube de la emoción se disperse y nos deje ver con claridad el camino.
En cuanto a las emociones hay muchos factores que influyen y no siempre son positivos....cólera, enfado, gran tristeza o desengaño. Influye la toma de medicamentos, cambios climáticos, sol, frío, viento, luz, ciclos lunares ,etc.etc...controlar todos y cada uno de estos factores es lo que nos da serenidad para acertar en las decisiones.
Tampoco es bueno tomar decisiones baja momentos de mucha alegría o tristeza ya que las sensaciones de placer o de tristeza matizan la realidad.
Se dice que antes de tomar una decisión hay que contar hasta 10....Buscar un buen consejero y ver distintas posibilidades.
De todas formas, decisiones en caliente....cuando menos,queman.
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