La velocidad, los cambios, las prisas , van siempre a mantener el mismo estatus, o sea, EL CLIENTE.
Entorno a la persona van dirigidos todos los cambios,
Conocer, fidelizar, atrapar y cercar que no huya.
Y para conseguirlo no hay límites ni éticos ni morales ni culturales ni religiosos.....desgraciadamente en muchas empresas.
Vivimos más de la estafa, el engaño el egoísmo y el quítate tu que me pongo yo.
Las empresas quieren hoy : "Clientes para todo."
Somos los nuevos esclavos del siglo XXI. Caemos en la red y aquí nos quedamos sirviendo a quien nos sirve.
Hoy las empresas con tal que el cliente no escape lo tienen cercado por todos los flancos....salud, ocio, deporte, cultura, espiritualidad, ecología y medio ambiente, social, etc, etc , etc. Creando un mundo de falsa libertad, protegidos , pero dentro de "su" red.
Y todo , para que sea más real, generando experiencias personales muy bien planeadas y sensaciones de confianza y seguridad.
Es difícil entrar en esta lucha pero el pequeño empresario siempre le quedará la opción de la proximidad, la gestión rápida de cambios y el menor riesgo en innovaciones puntuales y oportunas.....es aquello de estar en el lugar adecuado en el momento preciso y de la forma más sencilla.
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