Siempre hay que tener preparado un Plan "B".
El Plan "B", te salva los muebles. Es un salvavidas
y además te da nuevas posibilidades de éxito. Es
necesario.
Para hacer un Plan "B", tienes que tener primero
todas las cartas boca arriba y bien claro el objetivo
y a continuación haz la técnica de la raspa de sardina
que consiste en poner en una lista todas las cosas y
los pasos que tienes que dar para conseguirlas y luego
a cada una su contraria, lo que puede fallar y el modo
de solucionarlo.
Así y todo, siempre te olvidarás de algo o te saldrá
algún imprevisto y es para esto que debes tener el
Plan "B". Cuando algo falla, solución inmediata y
no esperar nunca a que las cosas se solucionen solas
porque sí. Demorar la solución es aumentar el
problema. Y siempre es mas barato prevenir que
curar.
Antes de terminar tu Plan "B", comprueba que
no confundes imprescindible con necesario, ni
urgente con importante.
Y como lo que se piensa nunca coincide de
forma exacta con lo que se dice y menos aún
con lo que se hace y por supuesto lo que se
espera; Controla cada paso, corrige y no dejes
cabos sueltos ya que si se lía la madeja tendrás
que cortar y empezar de nuevo lo que te ocasiona
muchas pérdidas.
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