La energía vital es necesaria
no sólo para comunicarnos
sino también para vender.
Conocer el nivel de energía que tiene
la gente es básico para hacerles la
oferta más oportuna, apropiada y
a la medida de sus necesidades en
el momento presente.
¿Cómo sabemos el nivel de energía?
Hay muchos signos, blandura en los
movimientos, cabeza baja o inclinada,
mirada perdida o inexpresiva, torpeza
al hablar y sobretodo las manos escogidas
como escondiendo los dedos.
Ante estos signos de falta de energía
hay que obrar con firmeza, precisión
y talento para crear confianza, seguridad
y firmeza en las palabras y los hechos.
Es muy importante estar bien preparado
para cuando nos sorprenda un cliente
con esta falta de energía vital.
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