LO QUIERO YA

Uno de las rasgos del cliente hoy es la posesión
inmediata de aquello que desea y compra.
"¡Lo quiero, ya¡"

Esto nos lleva a tener una logística muy acertada y
una disponibilidad del producto rápida ya que de no
ser así, el cliente no solo se va a la competencia, es
que nunca mas nos vuelve a comprar y nos cataloga
de lentos o faltos de confianza al ofrecer  productos
que no podemos cumplir con los plazos  establecidos
para la  entrega.

Si no se cumplen los plazos de entrega a su debido tiempo,
la culpa siempre será del vendedor, nunca  la tendrá
el distribuidor o  cualquier incidente que pueda ocurrir,
 ya que los imprevistos se consideran  fallo del vendedor.

El tema mas delicado es pactar con el cliente la entrega;
ajustando el margen de entrega, para no fallar con  las
expectativas del cliente.

Hay empresas que el mismo cliente, mediante una app,
 hace un seguimiento del producto en todo momento,
con lo cual ve como se cumplen los plazos y calcula mejor 
el momento de la entrega.

Recuerda que un cliente contento, a lo sumo lo dirá a 
dos de cada diez personas, pero si está insatisfecho o
se considera estafado, lo contará a 8 de cada 10 personas,
con lo que cualquier fallo puede destruir todo un trabajo
de mucho valor. (Es como ver una simple mosca en un plato
muy elaborado por el cocinero).

En los detalles está la diferencia, tanto para lo bueno
como para lo malo.