Las batallas se ganan por sorpresa.
Al enemigo se le desarmas por sorpresa.
Y al cliente se le convence, por sorpresa.
El factor sorpresa es el decisivo para fidelizar
al cliente.
Llamamos sorpresa, todo aquel detalle, grande o pequeño,
no esperado que aumenta el valor añadido de la compra y
es bueno para el cliente.
Sorpresa, puede ser la primera impresión, los primeros
segundos de la venta, donde el cliente ya se decide a
favor o en contra. Una sonrisa de bienvenida. Un local
limpio, bien iluminado y ordenado, una imagen agradable,
una música relajada, olores suaves , colores atractivos....
Estímulos que despierten la fantasía en el cliente.
Dejar que el cliente se recree en los productos y añada,
el mismo con su imaginación , ventajas , dando solo nosotros,
leves insinuaciones.
Cualquier detalle añadido a la venta, puede ser una
sorpresa decisoria para próximas ventas.
La Ley de Peretto funciona. Si el cliente sale contento,
sorprendido con la compra, lo dirá a 20 personas, pero
si sale defraudado, descontento, lo esparcirá por 80.
Crea imágenes pronto en la mente del cliente y déjale que
sea el mismo quien las vaya revistiendo a su gusto.
Que se sienta el protagonista de la venta y no mero
espectador y pagano.
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