No hay que olvidar esta enorme verdad.
Vivir es vivir.
No hacer o tener muchas cosas.
Esta gran verdad debe ser la base de todo programa
de Márketing: Ayudar a vivir.
Y vivir es ser feliz en todo momento, ahora sin esperar
ser feliz mañana.
Esto requiere que cualquier estrategia de Márketing
ha de ir enfocada a resolver con rapidez las necesidades
del cliente. Sobretodo dirigirlas hacia su propia felicidad.
La posesión de productos pasa a asegundo lugar, primero
conseguir que el cliente sea feliz con nuestros consejos y
luego con los productos que le lleven a ese fin.
Se trata de una carrera por ver quien consigue mas clientes
felices y los medios para conseguirlo son iguales para todos:
Conocimiento y cercanía con el cliente.
Si conseguimos atraer hacia nosotros la confianza del cliente, conseguiremos que sea feliz y nuestros consejos serán
ordenes para el.
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