"Sorprende a tu cliente y te
recordará mejor y si le gusta
será fiel a tu marca."
Ya no hace falta hacer ofertas de
dudoso resultado. Ajusta precios a
calidad y cuando el cliente acepte
el producto, introduces la sorpresa.
Te cuento como hace mi amigo Migue:
Es vendedor de cuchillos de Albacete
y cuando manda los pedidos, introduce
en las cajas para el consumidor final
unas pequeñas "Navajas de Albacete",
u otros cuchillos o cosas que tengan
que ver con los productos que vende,
como regalo sorpresa.
Es una de las mil formas de conseguir
la fidelización del cliente, la sorpresa,
que tienes que procurar variar de vez
en cuando, para que de verdad sea
sorpresa. Si ya sabes lo que te mandan,
por ser siempre lo mismo, no te vale.
La monotonía, es aburrida; cambia la
sorpresa y el cliente estará esperando
ese algo más que siempre ofreces.
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