Una fórmula muy común para perder el tiempo es confundir lo que es irrelevante por lo importante.
Muchas cosas que tienen un valor efímero en determinados momentos las vemos vitales, importantes, necesarias. Mientras que otras que de verdad son importantes las menospreciados.
Valores equivocados que nos pueden desviar mucho del rumbo que hemos marcado.
Todos necesitamos sentirnos útiles y los clientes también, por lo que buena forma de vender es hacerles ver su utilidad, la revalorización de su marca personal al adquirir determinados productos.
Se trata de incorporar el valor del producto al valor del cliente, a su marca personal sin ver más que su justo valor y beneficio sin faltar nunca a la verdad. Demostrar lo que es importante y lo que mañana puede ser irrelevante pero no por eso deja de ser en este momento importante.
Si bien la importancia o la irrelevancia son juicios del cliente, no deja de ser responsabilidad del vendedor, como consejero, advertirle para generar confianza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario y procura no ser ofensivo conmigo, solo intento aportar mi granito de arena, estoy abierto a diferentes opiniones y sugerencias, muchas gracias.