La tecnología suple los manómetros y máquinas de medir por sensores.
Existen sensores para todo, bueno , para casi todo. En belleza existe el Mapeo Facial, que es una prueba virtual de cualquier maquillaje.
Es la digitalización de los productos de belleza tanto para mujeres como para hombres.
En modas, en viajes 3D, en diagnósticos de medicina, en pruebas, en vestuario y pruebas de trajes y sobretodo en estudios de la personalidad y aconsejar en cada momento como vestir y actuar.
Los sensores se convierten en nuestro Pepito Grillo, que nos dicen lo que precisamos en cada momento y el mejor modo de actuar.
Ya existe el Cine Virtual, en el que desaparecen las pantallas que se suplen por gafas 360 grados con sonidos de alta fidelidad.
Coches sin conductor. Máquinas interconectadas,
Casas, ciudades, empresas, familias virtuales que tratan de facilitar cualquier esfuerzo o trabajo.
Prácticamente los sensores se convierten en el efecto Paflov, Estímulo / Reacción. Nos facilitan de tal forma la toma de decisiones que muchas son tomadas por los mismos sensores, algo así como Pilotos Automáticos inteligentes.
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