Si no sabes hablar con la mirada,
no sabes nada.
La mirada ha de expresar tus verdaderos
sentimientos y si tratas de esconderlos, te
delata.
Mirar es ver con intensidad, con fijación,
con interés, con motivación de descubrir
algo ya sea un mensaje, un fallo, una verdad,
mentira o simplemente una escusa.....todo se
descubre con la mirada .
Pero mirar puede ser inoportuno, molesto
y hasta vengativo y malo.
Todo depende del momento, la forma y el lugar
donde se mira.
La mirada puede ser dulce, cariñosa, amable,
compasiva, sincera o celosa, hostil, amenazadora
o también furtiva y esquiva.
Hay tantas formas de mirar como de sentimientos
existen en el ser humano.
Si quieres influir bien en tu relación con los demás,
procura que tus sentimientos y tu mirada vayan
al unísono , que sean sinceros y dirigido siempre
al objetivo que pretendes. Que en el caso del vendedor
es reconocer al cliente, valorarlo, estimarlo y ver
qué producto le puede ir mejor y en qué condiciones.
Ensaya en la comunicación que tengas; en cada
momento, mira con sinceridad, humildad y mucho
interés en la persona para conocerla mejor en sus
sentimientos.
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