La palabra que todos hemos oído más veces,
la palabra más familiar para cada persona,
la que nos alerta a prestar mucha atención .......es NUESTRO PROPIO NOMBRE.
Esta palabra tan familiar es muy importante en cualquier comunicación, ya que al sonar nuestro nombre, la personaliza y aumenta nuestra atención.
Es por eso que en toda venta directa se solicita el nombre de la persona y se repite varias veces durante la comunicación, haciendo desear el mensaje como propio o hecho a nuestra medida, quitando así barreras.
La gran ventaja de nombrar a las personas por su propio nombre es doble.
Primero la atención, todos queremos ser diferentes y que se nos considere importantes.
Lo segundo es la familiaridad, la cercanía que nos hace al oído sentir la palabra más escuchada durante nuestra vida desde que tenemos uso de razón. Esta familiaridad , además de lijar asperezas, crea confianza al considerar que el mensaje nos viene por vía familiar, sensible, afectiva y por supuesto muy efectiva.
Recuerda, el nombre de cada persona es lo más sagrado para ella, procura pronunciarlo bien y evita hacer frases graciosas con el, perderías toda confianza, y sin ella no hay buena comunicación.
Si quieres tener a tu cliente más cercano, nombrale por su propio nombre varias veces y tu mismo te sorprenderás de lo atento que está a tu mensaje.
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