No hace falta ser genio para triunfar.
Siempre se ha dicho que para triunfar
hay que empezar por conocerte bien
a ti mismo y la experiencia demuestra
que no es necesario, mas bien quienes
menos se conocen arriesgan mas y
triunfan, mientras que los que se
conocen muy bien, controlan tanto
sus emociones que no hacen nada
para no fracasar.
Un estudio de Zenger Folkman ,comparó
lo que piensan 69.000 altos cargos con lo
que piensan 750.000 personas que están
a sus cargos y se sorprendió al ver que
hay poca relación entre lo que los directivos
piensan de si mismos y lo que piensan de ellos
sus súbditos. Los que se creen débiles, flojos
e incompletos no fracasan mientras que los
sabios, listillos y soberbios, siempre caen.
Cuando te consideras débil, te esfuerzas mas.
Si te consideras un superhombre, el batacazo
lo tienes seguro.
Pensar en nuestras debilidades nos hace ser
mas cautos y receptivos para aprender.
Hay que mirar siempre lo que nos falta
mas que lo que tenemos para avanzar.
Para llenar un vaso de agua, primero
tienes que ver que esté vacío.
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