Si escribes lo que piensas,
acabas pensando lo que escribes.
La mejor fórmula para no equivocarte en
cualquier decisión importante es escribirlo.
Escribelo todo, haz un puzle, monta una película,
disecciona cada parte y míralo por separado y
luego en conjunto para ver como encaja.
Corrige y añade o quita lo que sobre y según
lo veas actúa sin miedo.
Escribir tus pensamientos les da vida y además
observas desde lejos, si son correctos.
Pensamos como hombres, como manada, somos
grupales y nos dejamos llevar por los sentidos
y esto no suele ser bueno para nosotros mismos.
Piensa por ti y para tí que ya el grupo se encargará de volverte al rebaño, no hace falta
que busques el consenso, viene solo.
Si escribes tus pensamientos verás como cambian
tus decisiones y sobretodo, mas correctas y eficaces para ti y para los demás.
Y no te olvides que lo escrito, escrito está
y se te puede recordar siempre pero tambien
se puede tachar, borrar, quitar o añadir lo
que queramos en cualquier momento.
Es aquello que decían los romanos.
Verba...volant
scripta...manent.
Las palabras vuelan lo escrito permanece.
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