Todos nacemos con las posibilidades de ser ricos.
Solo nos diferencian nuestras propias decisiones.
Y es que controlamos solo y exclusivamente nuestros
pensamientos, las imágenes y de estos dependen luego
las decisiones que tomamos en la vida.
Cuando acabas de aprender, estás acabado.
El acumular mucha riqueza, mucho dinero es
como el estiércol, amontonado huele muy mal,
para que sea fructífero hay que esparcirlo.
Compartir ideas, beneficios y satisfacciones en la vida
es el mejor camino para la felicidad y todo depende
al fin y al cabo de nuestras propias decisiones.
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