"Con la duda, ni se compra
ni se vende, la duda ofende."
Para evitar la duda solo hay
un remedio: Hablar seguro.
Evitar vaguedades, lo mejor,
el mejor, el mas grande..el
único que...seguramente no
hay...posiblemente, lógicamente,`
sin dudarlo...bla, bla, bla.
Hay que hablar con propiedad,
seriedad y con datos concretos,
sin meternos a destronar a nadie.
La competencia la debemos de
conocer muy bien, pero nunca
hablar de ella ni de sus productos.
Solo servirnos de los nuestros
para mejorar sus ofertas y
prestaciones sin nombrar
ni productos ni empresas que
no sean los nuestros.
Garantizar algo no vale,
hay que demostrar que se
puede garantizar por escrito,
con datos y certezas; las
dudas no venden ni crean
confianza para el futuro.
La honestidad, la honradez,
la sinceridad son el mejor
caldo de cultivo de la confianza.
Reconocer las limitaciones
es demostrar al cliente que
solo buscamos su beneficio
y no solo el nuestro.
Así pues, ya sabes, si hay
duda no vendes. Aclara
primero toda duda por
pequeña que sea.
La confianza se basa en la claridad.
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