"El problema no se esconde nunca,
si no le hacemos frente , siempre
está ahí y lo peor es que con el
paso del tiempo puede crecer o
raras veces desaparecer."
Los problemas se fraccionan
y antes se busca el origen.
Por ejemplo: Si el problema
lo presenta una mujer hay
que pensar que las mujeres
tienen miedo a dar, los hombres
a recibir.
A las mujeres les gusta hablar de
sus problemas, mientras que a los
hombres nos cuesta y buscamos
soluciones a solas.
La mujer aspira a mejorar o a
reformar , mientras que el hombre
quiere que se acepten las cosas
tal como son.
Conocer quien presenta el problema
ya es parte de la solución si tenemos
en cuenta circunstancias, caracteres
personales y necesidades inmediatas.
El miedo a fracasar impide ver los
problemas de forma objetiva y nos
hace prolongar su solución.
Muchos problemas "no existen",
simplemente los creamos nosotros
por improvisación, equivocaciones
o malas gestiones y la solución
siempre es la misma: Atacarlos
de frente. Buscar su raíz.
Lo que se arranca de raíz,
ya no vuelve a brotar.
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