Quien no se arriesga,
no pasa la mar. O como dicen
los marineros, si quieres peces,
mójate el culo.
A medida que crecen las posibilidades
de nuevas empresas y puestos de trabajo,
crecen los riesgos de aumentar los fraudes,
las estafas, y los engaños que se alimentan
de la tecnología.
No obstante, estarse quieto para evitar el
peligro, ya es en si un gran peligro.
Hay que moverse, hay que hacer, hay que
crear el futuro y no esperar a que venga a
nosotros y nos dirijan otros.
Tenemos nuevas oportunidades que llevan
implícito el riesgo, solo hay que saberlo
valorar y evitar en lo posible y en caso de
caer, levantarse rápido y volver a empezar.
Pero nunca, nunca estarse quieto a verlas
pasar. El tren del progresono para y los
que no suban a su paso, llegarán tarde.
O te mueves y creces o te engullen y desapareces.
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