Cuando acabas de aprender,
estás acabado.
Hoy, mas que nunca, hay que
estar aprendiendo constantemente.
Las cosas cambian de una manera
tan vertiginosa que lo de ayer es
viejo hoy y lo peor , que ya no sirve.
A pesar de todo, somos humanos,
dirigidos por esa inteligencia que
de forma virtual nos obliga a
aprender y desaprender.
La ética y la moral son las únicas
constantes y no siempre se salvan
de estos continuos cambios.
Las empresas no buscan gente que
todo lo sepa, sino gente que tenga
capacidad, deseo y voluntad para
aprender y desaprender muy rápido.
Innovadores, creadores, inquietos
y muy flexibles para los cambios.
En América existe para estas personas
el nombre de Estudioso.
Persona inquieta que profundiza en
temas concretos.
Aumenta tu valor aumentando
tu capacidad de aprender y
desaprender con rapidez.
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