Cada día crecen los intercambios de todo y en todas partes. Coches compartidos, casas, pisos, vacaciones, habitaciones, barcos, campos, trabajos...todo, se comparte o se intercambia, con el fin de ahorrar algo o ganar un pequeño sobresueldo.
La mayoría son acuerdos entre ambas partes en que
no figura ningún contrato formal y no se declara nada para no pagar a los gobiernos correspondientes.
Tiene sus riesgos, pero son tambien muchas las ventajas de estos intercambios por lo que van en aumento diariamente. La web, está plagada de direcciones para lograr cualquier tipo de intercambio en cualquier lugar del mundo.
Es el arquetipo de innovación disruptiva, ágil, sencilla y muy voraz , ya que una vez entras en el juego no solo quedas enganchado, sino que vas aumentando a medidad que conoces lo fácil que es
poder intercambiar lo que sea con mínimo gasto
y con posibilidad de ampliar tu número de amigos.
Muchos aprovechan estos intercambios para lograr el sueño de su vida. Pero, cuidado, también te la juegas, no solo ante la Ley, ante la misma sociedad y posiblemente ante tu propia estimación si no te sale bien la jugada. A pesar del riesgo, va en aumento,
cuidado, las cosas que no son legales, no son legales
y te expones a la sanción correspondiente.
Una cosa es intercambio de un trabajo por otro y otra muy distinta es hacerlo con ánimo de lucro, sin pagar a Hacienda.
Aquí, como en todo, está la picaresca, cuida si haces algún intercambio que sea legal, por tu propio bien.
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